miércoles, septiembre 22, 2004

 

de REICH a DELEUZE

Al descubrir W. Reich en 1927, la naturaleza bio-eléctrica de la sexualidad y de la angustia como direcciones opuestas de la excitación en el organismo biológico (expansión placentera y contracción angustiosa), se produce un nuevo cisma en el psicoanálisis. La fórmula del orgasmo, que dirigía la investigación económico-sexual de W. Reich (tensión-carga-descarga-relajación), demostraba ser la fórmula del funcionamiento vital en general.

El psicoanálisis freudiano había dejado de lado la formulación original de que la neurosis resultaba del conflicto entre instinto y mundo exterior (libido-miedo al castigo) y sostenía que resultaba del conflicto entre instinto y necesidad de castigo (libido-deseo de castigo). Este concepto se basaba en la hipótesis de la antítesis entre Eros e instinto de muerte, haciendo pasar a un segundo plano la significación de la represión social. De ahí en más, para el psicoanálisis, existiría una voluntad biológica de autodestrucción. Se dejaba de lado entonces la crítica del orden social, en función de una compulsión biológica del hombre a repetir situaciones de displacer. En términos freudianos, la represión sexual sería luego inevitable y necesaria, para la construcción de cultura ("El malestar de la cultura").

W. Reich, por el contrario, llegaba a la conclusión de la relación existente entre represión sexual, propiedad privada y autoritarismo, a partir de sus estudios de la familia patriarcal, planteando al poder y al placer como dos valores opuestos donde el primero excluye al segundo ("Psicología de masas del fascismo").

Muchas de las ideas desarrolladas por W. Reich en su intensa vida profesional tienen una vigencia no sólo clínica, sino también social y política. Entre ellas, clínicamente, la de trabajar profesionalmente por la auto-regulación de los cuerpos. Este concepto se aplica a todas las dimensiones de la vida, ya que el ser humano tiene la capacidad autónoma para realizar equilibrios dinámicos y flexibles en sus modos de existencia: en el trabajo, en el amor, en sus relaciones con la comunidad, en su propio organismo. Políticamente, la de seguir trabajando por la construcción de una democracia real, directa, que Reich definió como la democracia del trabajo y que implica la responsabilidad real de cada persona por su propia existencia y función social.

"Si el amor, el trabajo y el conocimiento son las fuentes
de nuestra vida, también deberían gobernarla" (W. Reich)

En la actualidad las relaciones de disciplinamiento-represión del poder se sustituyeron en los cuerpos por relaciones de control-estimulación.

Igualmente no ocurrió la liberación de la sexualidad esperada por Reich en la primera mitad del siglo. La "verdad" no nos hizo libres y nuestro erotismo sufre de una planificación industrial y medicalizada. El capitalismo mundial integrado y globalizado ha demostrado ser capaz de explotar cualquier nueva libertad recién obtenida. A través de las lógicas del mercado se ha logrado capturar y manipular las nuevas libertades en un nuevo registro de la producción deseante, convirtiendo su satisfacción en una empresa comercial rentable.

Es interesante la hipótesis de Michel Foucault en relación a este tema: ¿cómo es posible que culturas como la India hayan producido un arte, una "ars erótica" y que nosotros, los hijos de la cultura científica, en vez de hacer de la sexualidad un arte hemos hecho una psicopatología?

Tenemos una psicopatología sexual donde otras culturas tienen un arte.

ÉTICA, CLÍNICA y SOCIEDAD: de REICH a DELEUZE

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